Tomas Llavador Arquitectos + Ingenieros

Feria Valencia carecía de un edificio emblemático que la identificara arquitectónicamente y que transmitiera un mensaje de modernidad acorde con su nueva filosofía de centro de negocios y de edificio institucional de máximo prestigio. Esta función ha sido depositada en el Centro de Eventos.

La entrada a pie se efectúa por debajo de un arco apuntado, el arranque de la bóveda de cristal. Debajo de ella se abre el espacio central, el área de recepción de los visitantes, diáfano y espectacular tanto por su altura como por los materiales ligeros utilizados. Este espacio central tiene, además, la función de relacionar visualmente los cuatro niveles del edificio, y de repartir la luz natural que llega a través de la cúpula. De noche, el efecto de la luz se invierte - la luz interior artificial se proyecta al exterior.

La malla de la cubierta está integrada por discos de acero que actúan como nudos, y por barras de acero sobre las cuales apoyan los triángulos de vidrio. Un segundo disco, colocado sobre el primero, sujeta cada panel por sus vértices. La luna exterior es un vidrio de control solar para que el porcentaje de reflexión sea mayor y proteger de la excesiva entrada de luz al interior del edificio. Las caras norte y sur se han resuelto con fachadas ventiladas que evitan la condensación y el recalentamiento de los cerramientos.

Los usos incluyen 4 salas de conferencias para 80 personas cada una, 2 salones de actos de 120 personas convertibles en uno mediante paneles móviles, un Auditorio para 400 personas, otro para 750 (ambos incluyen control de imagen y sonido y traducción simultánea), salas de juntas para 65 personas, sala de prensa, sala VIP, tesorería, oficina de certamen y restaurante, además de 5 salas de reuniones para 20 personas, almacén y aseos.