Tomas Llavador Arquitectos + Ingenieros

La nueva infraestructura resuelve problemas funcionales de tráfico en la ciudad de Valencia y, ante todo, restituye un puente peatonal histórico.

La propuesta realizada consiste en un puente de dos tableros independientes, el primero aguas abajo con dos carriles, uno para el tráfico rodado y otro para el transporte público; el segundo tablero, aguas arriba, de uso peatonal, en el que se dispone de una pasarela dotada de un mirador que permite contemplar las Torres de Serranos, antiguas puertas de la ciudad.

Para ambos tableros del puente, de 155 m. de longitud, se ha planteado una estructura de apariencia esbelta, con sección “en vientre de pez” –con canto variable transversalmente-, sustentada en robustos pilares con reminiscencias vegetales. Explica José María Tomás Llavador que se ha buscado formas que recuerdan a los troncos de los árboles para mejor integración en el entorno vegetal en el que, además, se han realizado trabajos de mejora. Las pilas son de hormigón armado.

La pasarela está montada con 900 m2. de madera de teka de 5 cm. de grosor, con un tratamiento para la intemperie de fácil mantenimiento, y cuenta, además del mirador, con unas escaleras para bajar al jardín del viejo cauce.

La realización de Pont de Fusta supone la recuperación de la memoria de la ciudad y la restitución de un puente peatonal histórico que conectaba dos barrios. Añade además el efecto positivo que tendrá en el entorno urbano.

Una fila de palmeras, ubicadas entre ambos tableros del puente, son la nota vegetal más característica del proyecto. También está en fase de renovación el ajardinamiento de este tramo del cauce del río Turia y se completará el equipamiento deportivo existente, donde se mantendrán dos de los cuatro campos de fútbol que existen en la actualidad, dispuestos en diagonal y con dos nuevos vestuarios de ocho módulos cada uno.